Prótesis estéticas
Las prótesis cosméticas fueron desarrolladas con el objetivo de reemplazar un miembro o parte de el, teniendo en cuenta más su parte estética que su funcionalidad.
Para algunos usuarios, la función activa de la prótesis de brazo es menos prioritaria que la apariencia y la comodidad, por lo que eligen protetizarse con este tipo de prótesis frente a las bioeléctricas o mecánicas.
Dentro de las prótesis estéticas la diferencia principal, además del material, viene dada por la confección, que puede ser con componentes estándar excluyendo el encaje, o a medida.
Las prótesis estéticas estándar consisten en un encaje a medida, una mano interior y un guante cosmético, garantizando un peso ligero, estabilidad y comodidad, permitiendo elegir la terminación entre la multitud de tamaños y colores que nos ofrecen los fabricantes, obteniendo unos resultados con una apariencia estética satisfactoria en la mayoría de los casos..
En cuanto a las prótesis cosméticas de silicona a medida, se desarrollan teniendo en cuenta las características físicas propias de cada paciente, con un trabajo personalizado que incluye toma de moldes contralaterales, toma de muestras de colores y medidas, etc… a fin de lograr una prótesis lo más semejante posible al miembro a reemplazar, consiguiendo completar la imagen corporal del usuario y contribuyendo a su rehabilitación tanto física como psicológica.
Aunque la referencia a su principal característica viene dada por su definición de estética, no es la única que posee a la hora de colaborar con la rehabilitación del paciente amputado.
La mejora en el modo de andar y la postura, el alivio de dolores posturales, la protección del tejido, la restauración del centro de gravedad, la contribución al desarrollo psicomotor en el caso de niños e incluso, la restauración parcial de la función motora.