Cova Sanz

» El camino del progreso no es rápido ni fácil. Lo importante siempre es: intentarlo otra vez; ir partido a partido.»

Cova Sanz

» El camino del progreso no es rápido ni fácil. Lo importante siempre es: intentarlo otra vez; ir partido a partido.»

Desde que empecé a trabajar con la prótesis nunca ha habido un encaje que se me acoplase bien al muñón. No me permite dar correctamente el paso ni aguantar más de 4 horas con ella puesta sin tener dolores, bien estando sentada o caminando. Tampoco sin que se me salga despedida del muñón.

Mi protésico, el gran Jens Müller, hace apaños con todo lo que tiene con todas las ideas se le ocurren. Hasta trae mecanismos desde Inglaterra para intentar conseguir apañarme una solución. Todo sin éxito no hay modo de que mi piernita se haga al encaje, además de no poder ponérmela sin ayuda. Esto es consecuencia de que sea tan cortito de longitud, que el fémur esté a flor de piel, con una osteoporosis de caballo…, entre otras razones.

Desesperada porque no aguantaba la prótesis en el muñón llegué a ponerme un cinturón que agarraba la prótesis, para conseguir sujeción y así poder caminar sin que se saliese. Los dolores incrementaron.

Al tener un muñón de tan corta extensión, el fémur a flor de piel sin apenas músculo y partes blandas que lo rodeaban, el encaje de la prótesis se me apoyaba en la ingle y en la zona del isquion. Me rozaba y llegaba a hacerme rasponazos. En la parte de atrás era un dolor insoportable porque al caminar me apoyaba completamente en la prótesis, como debe ser, pero así me costaba aguantar varias horas con ella puesta. Además no era independiente. En la punta del liner salía un hilo que al meter éste en la prótesis, por un agujerín se asomaba el hilo y alguien tenía que tirar con mucha fuerza para encajar el liner en el encaje y así tener puesta la prótesis.

Hasta que se descubrió la solución en la ciudad de Mataró, Barcelona. Se trata de un proyecto innovador para las

amputaciones de miembro inferior a nivel femoral. En mi caso, una amputación a nivel transfemoral, es el recurso óptimo para evitar estos inconvenientes.

Ya operada continúo recuperándome hasta que consiga tener la cicatriz bien cerrada. Mi muñón está aceptando muy bien la operación, no he tenido dolores. Es verdad que ahora que ya me han quitado los puntos cuando estiro el muñón hacia abajo y adentro, noto el músculo agarrotado y me cuesta “bajarlo” también con el inconveniente que la piel me tira.

Esto de encontrar una operación que me haga tener un muñón apto para aguantar una prótesis ha ido de imposible a improbable y de improbable a realidad. Lo he conocido gracias a Jens. Me puso en contacto con el Dr. Lluís Guirao y su excelente equipo médico y no sólo lo es por el buen trabajo que hacen. Se vuelcan completamente por encontrar la solución concreta en cada caso. Desde este su proyecto “Implante Keep Walking” han triunfado con mi muñón. Es una maravilla que te traten médicos que de verdad quieren sacar las cosas adelante.

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